República Checa

La República Checa es un destino europeo lleno de encanto, historia y arquitectura de cuento. Su capital, Praga, es una de las ciudades más bellas del mundo, con su Castillo, el Puente de Carlos y el Reloj Astronómico como principales atractivos. Pero el país ofrece mucho más: Český Krumlov, Patrimonio de la Humanidad, es una joya medieval que parece sacada de un libro de fantasía. También destacan Karlovy Vary, famosa por sus balnearios; Kutná Hora, con su inquietante osario; y los parques naturales de Bohemia para los amantes del senderismo.

Para visitar la República Checa, lo ideal es hacerlo entre abril y octubre, cuando el clima es más templado. El transporte público es eficiente y económico, tanto en Praga como en las demás ciudades. Se recomienda cambiar moneda local (coronas checas) y tener algo de efectivo para lugares pequeños. Prueba la gastronomía típica como el goulash, el svíčková y, por supuesto, la cerveza checa, considerada de las mejores del mundo. Es un país seguro, accesible y perfecto para quienes buscan cultura, historia y naturaleza en un solo viaje.

¿Qué Ver en Praga?

Praga es una ciudad mágica. Un museo al aire libre lleno de joyas góticas y una arquitectura increíble. Te sorprenderás con todos los lugares que puedes ver en Praga.